El Instituto Geográfico Agustín Codazzi, en su calidad de autoridad nacional en el estudio de la vocación de los suelos, presenta el último estudio de los departamentos de Colombia afectados por las malas prácticas de manejo y uso. Norte de Santander y Sucre son los líderes supremos de este escalafón. Los territorios de la Amazonia, los menos afectados.
Colombia es un país que cuenta con 114.174.800 hectáreas, compuestas por un sinfín de coberturas que van desde las selvas casi vírgenes de la Amazonia hasta zonas deforestadas y secas en la Costa Atlántica.
Según el Estudio de los Conflictos de Uso del Territorio Colombiano, publicado por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), el 28 por ciento (32.794.351 hectáreas) padece de algún conflicto en la calidad de sus suelos, resultado del uso inadecuado o la falta de prácticas que estimulen el aprovechamiento de este recurso, ya sea por la sobreutilización o la subutilización. En pocas palabras, se podría asegurar que en un cuarto de toda Colombia los agricultores, ganaderos y empresarios del sector deben reorientar sus prácticas en torno a un mejor uso del suelo. Este estudio se alinea con ocasión de la celebración del Día mundial del suelo y tierra fértil, que se cumplió el pasado domingo 22 de junio.
Aunque a simple viste la cifra no es alarmante, Juan Antonio Nieto Escalante, director general del IGAC, prende las alarmas en todo el territorio nacional, ya que varios departamentos de las regiones Caribe, de los Santanderes y del Magdalena Medio, que contaban con suelos aptos y de buena calidad, ahora son tierras que se pueden catalogar como deterioradas por la indiscriminada mano del hombre.
El caso de San Andrés, Providencia y Santa Catalina
Dado que la información cartográfica de suelos del departamento de San Andrés, Providencia y Santa Catalina en el momento de la definición del estudio de conflictos de uso del territorio colombiano se encontraba en un nivel detallado y no se contaba con su correspondiente demanda ambiental representada por medio de las coberturas terrestres del departamento, no fue posible realizar el análisis espacial y temático de los conflicto de uso a nivel de sobreutilización, subutilización y uso adecuado
Sin embargo, este año el IGAC realizó el estudio de las coberturas en el archipiélago a una escala detallada de 1:5.000, lo cual lo convirtió en el único departamento con esta herramienta.
Según este mapa de coberturas, en la mayoría del territorio sanandresano, reina el verde, ya que el 47 por ciento de todo su territorio corresponde a bosques y áreas seminaturales. De este total, el 43,2 por ciento es ocupado por vegetación secundaria (arbustos de bajo porte); el 1,83 por ciento cuenta con zonas quemadas por el hombre.
La segunda cobertura que reina en la isla son los territorios agrícolas, es decir, las parcelas con cultivos o amplias zonas de pastos. Estas áreas ocupan el 27,1 por ciento de San Andrés.
Por su parte, los bosques y áreas seminaturales en las islas de Providencia y Santa Catalina ocupan el 77,8 por ciento, de las cuales la mayoría son vegetación secundaria baja (27,7 por ciento) y bosque denso bajo tierra firme (19,6 por ciento). Como en San Andrés, estas islas también sufren por la quema en sus suelos, tanto de los campesinos (1,42 por ciento) como naturales (0,03 por ciento).
Los territorios agrícolas abarcan el 14,9 por ciento, de los cuales el 39 por ciento son pastos limpios y el 35 por ciento pastos enmalezados.
Con esta información, este año el Instituto establecerá los principales conflictos de uso del departamento de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, disponiendo de insumos técnicos actualizados para el proceso de ordenamiento territorial de una de las regiones más hermosas de Colombia y que requiere de la atención y esfuerzo interinstitucional de todo el país.