Algunos de los abogados defensores de oficio, solo van a la Cárcel Nueva Esperanza de San Andrés, para que los internos les firmen las certificaciones de que sí los están asistiendo pero en la práctica no es así. Hay casos de internos con más de tres meses sin que los procesos ‘se muevan’ para que se les defina la situación a los sindicados.
Con motivo de la reciente visita del Defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora Gómez, quien visitó el reclusorio para enterarse se la situación que se vive día a día en el interior establecimiento carcelario, se dejó establecido el compromiso de que los abogados de la Defensoría regional harían brigadas todos los viernes pero hasta todo ha sido promesas incumplidas que lamentan y sufren los internos que se sienten desprotegidos a pesar de que a estos profesionales del derecho les paga el Estado.
Desde el interior del penal y pasando por los familiares la solicitud sentida es para que los abogados de oficio recuerden su compromiso con el Defensor del Pueblo, para que cumplan con las brigadas de los viernes y más allá de esa circunstancia, se responsabilicen de sus defendidos, aplicando los protocolos previstos y de esa forma se defina lo más pronto posible la situación de los internos.
De acuerdo con lo analizado por el Defensor Otálora, la Cárcel Nueva Esperanza, cuenta con buena administración en manos de la directora, Nancy Esther Lanuza, porque ha personalizado la atención, está pendiente de la situación de cada interno y eso hace que el reclusorio sea para el interno muy llevadero y humano, aunque algunos de ellos no lo aprecian y por mal comportamiento se hacen trasladar a cárceles de alta seguridad en donde el hacinamiento es dramático y las condiciones son muy adversas comparadas con las que tienen en San Andrés.