A finales de la semana pasada The Archipiélago Press logró arrancarle una respuesta al Estado colombiano sobre las razones por las cuales se reversó una orden presidencial de no realizar actividades exploratorias en las aguas del archipiélago de San Andrés y Providencia, luego que en el 2011 se logrará obligar al Presidente Juan Manuel Santos Calderón a revocar los planes que en ese sentido había en marcha.
A través de la cuenta Twitter, este rotativo cuestionó al Representante a la Cámara Jack Housni Jaller, quien sacaba pecho como principal gestor de la revocatoria presidencial a los planes exploratorios de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, como quiera que esa entidad anunciaba nuevamente que emprendía esa carrera exploratoria.
De inmediato Housni Jaller, salió al paso para defender la posición gubernamental, como parte de su oficioso oficialismo engrasado con mermelada palaciega, negando que la ANH fuera a a iniciar tales actividades de sísmica.
Como Housni parece ya no vivir en San Andrés si no en otra estratosfera, no se había dado por enterado que en las islas la ANH había sostenido reuniones de socialización de su nuevo programa que contradice la orden presidencial del 2011 y que la prensa local ya se ocupaba del tema.
Para controvertir los trinos de The Archipiélago Press, Housni Jaller rectificó su respuesta inicial y justificó las razones de la nueva etapa exploratoria, argumentando que esta fase de exploración de la Agencia Nacional de Hidrocarburos lo que pretendía era afianzar la posición de soberanía de Colombia sobre los mares de la Reserva de Biosfera para reforzar la defensa internacional ante los afanes expansionistas de Nicaragua a hacerse a una plataforma marina extendida. El congresista de marras citó al ministro de Medio Ambiente como vocero de esa supuesta argumentación política.
De ser cierto lo dicho por Housni, citando a Min ambiente, resultaría una posición abiertamente contradictoria con la asumida por la autoridad ambiental de la región, y eso hablaría de un lenguaje difuso entre agencias que deben ocuparse de asuntos del mismo resorte, porque el director de Coralina, Durcey Stephens no solo se estaría oponiendo a la posición de quien se supone en la línea jerárquica superior, sino que además le asiste verdadera razón al director de Coralina y no al ministro de Medio Ambiente.
Si se mira en el plano técnicamente medio ambiental, la preocupación del director de Coralina sobre la desaparición de grandes mamíferos de la Reserva de Biosfera por cuenta de las actividades sísmicas, como ballenas, langostas, tortugas y pesca blanca, es válida y entendible.
Y si lo miramos en el plano político, el que Colombia decida hacer exploraciones en dichas aguas, lejos de ahuyentar a Nicaragua, lo que hace es abrirle su apetito y provocarlo para que escale su conflicto y diferendo limítrofe con Colombia, en desmedro los habitantes de las islas.
De modo que a ciertos políticos de alto nivel como el propio presidentes Santos Calderón y sus ministros y demás agentes gubernamentales, incluyendo a sus áulicos que en su afán por ganar indulgencia burocrática, prometen cosas que luego olvidan, no basta solo con sus buenas intensiones, sino que además de eso tengan sentido común y respeto por el pueblo que los elige y al que se deben.