La respuesta a una exigencia que hace el Gobierno Nacional. Adelantándose a lo que se viene en materia legal para la regulación de la predicación del evangelio en Colombia, el Seminario Teológico John Knox certificó a 26 pastores y líderes de iglesias de San Andrés y Providencia.
Por: Daniel Newball H.
Luego de los acontecimientos ocurridos con la de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, base política y colectiva del Movimiento Independiente de Renovación Absoluta «MIRA», que desembocó en una fuerte embestida desde los espacios de opinión contra toda la iglesia evangélica en Colombia, ésta última, y en respuesta a las recientes políticas emprendidas por el Gobierno Nacional para regular la actividad de esta denominación religiosa, ha emprendido una acción importante por lograr certificar a los pastores que vienen ministrando en las islas de San Andrés y Providencia con la reciente entrega de certificados a veintiséis líderes y pastores de diferentes iglesias evangélicas de la región insular.
La ceremonia estuvo presidida por las directivas del Seminario Teológico John Knox, con sede en los Estados Unidos, y que viene certificando a este grupo de líderes religiosos de varias denominaciones de modo que puedan predicar de forma legal en sus respectivas congregaciones, sin que hayan observaciones por parte de líderes religiosos ante las medidas emprendidas por el Gobierno Nacional para regular la actividad religiosa.
“Para nosotros es importante empezar este proceso de certificación de pastores en la isla de San Andrés, donde en Colombia prácticamente se inició el proceso de evangelización con Cristo, que son profesionales de la salvación de las almas y de la predicación de la palabra.
“El título no es el que lo hace a uno, el título lo que hace es certificar lo que uno ya viene haciendo. Hay unas leyes, la ley 133 de 1994 y hay decretos reglamentarios de algunos artículos que nos permite entregar la licenciatura en Teología Pastoral y ellos no sólo pueden trabajar como ministros del evangelio sino que también pueden ser docentes en el campo de la ética, de moral y de valores en los colegios cristianos o no cristianos, pero cuyos valores tienen relación con la fe cristiana”, afirma Jorge Enrique Palacio Mizhrazi, rector del Seminario Teológico John Knox y quien denunció una campaña orquestada desde el mismo Estado colombiano para frenar el avance de la predicación del evangelio en el país, con un manto disfrazado de legalidad.
“En Colombia se ha venido orquestando de manera sigilosa una persecución, fomentada desde las altas cortes y desde el Estado mismo y algunos sectores políticos y para esta persecución nos estamos preparando intelectualmente, políticamente y legalmente para defender nuestras libertades y derechos en Colombia. “A raíz de lo ocurrido con la comunidad religiosa de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, de la pastora Piraquive, al margen de que no compartimos su predicación teológica sobre el tipo de personas que deben estar en un púlpito, eso es un debate religioso, pero desde el punto de vista social y político esta no es la institución llamada a realizar estos puntos que la iglesia misma debe resolver dentro del ámbito de la separación entre Iglesia y Estado.
“Entonces, desde ese punto de vista y disfrazado de legalidad, el Gobierno Nacional ha tomado una serie de medidas, no solo desde lo que ocurrió con la pastora Piraquive, sino que existe una sentencia de la Corte Constitucional donde se prohíbe en las sentencias mencionar algún texto de la Biblia y eso es sospechoso, sobre todo porque el Estado no puede ser neutral inclusive porque los pronunciamiento de los magistrados son ideológicas.
“Si hablamos de ideología, los grupos políticos tienen derecho a expresar su punto de vista pero tratan de cercenar, disfrazado de legalidad, nuestros derechos lo que tiene un tinte de sospecha de una persecución contra la iglesia cristiana en el país.
“Ahora bien, se pretende presentar un proyecto de ley de sectas y promulga que se pondrán restricciones mayores para dar personerías jurídicas a las iglesias, una forma disfrazada de frenar la promoción del evangelio en Colombia donde exigen un número determinado de miembros para evitar que se formen pequeñas, lo que no saben es que muchas iglesias empiezan pequeñas, el Cristianismo en el mundo empezó pequeña, en las catacumbas.
“De modo que el Estado no puede empezar a reprimir el avance del evangelio en Colombia porque ya no se está persiguiendo a ciudadanos sino a Cristo mismo y Cristo tomará cartas en el asunto de alguna manera porque él es el Señor de la Historia”, dice el directivo docente y además ex-parlamentario y docente universitario en el área de la jurisprudencia.
El profeta y pastor Roy Nelson Forbes, coordinador del seminario en las Islas, calificó el evento de importante debido a que permite “que muchos líderes y pastores que por muchos años han venido ejerciendo ahora puedan hacerlo como ministros y pastores pero que no han sido reconocidos por el Gobierno Nacional, cumpliendo con la ley 133, esperando que muchos otros pastores se unan al proceso y puedan certificarse de forma legal.”
El artículo 7, parágrafo D, de la Ley 133 de 1994 establece dentro de los derechos de las Iglesias y confesiones religiosas de establecer lugares de culto o de reunión con fines religiosos y de que sean respetados su destinación religiosa y su carácter confesional específico; De ejercer libremente su propio ministerio; conferir órdenes religiosas, designar para los cargos pastorales; comunicarse y mantener relaciones, sea en el territorio nacional o en el extranjero, con sus fieles, con otras Iglesias o confesiones religiosas y con sus propias organizaciones; De establecer su propia jerarquía, designar a sus correspondientes ministros libremente elegidos, por ellas, con su particular forma de vinculación y permanencia según sus normas internas; De tener y dirigir autónomamente sus propios institutos de formación y de estudios teológicos, en los cuales puedan ser libremente recibidos los candidatos al ministerio religioso que la autoridad eclesiástica juzgue idóneos con el reconocimiento civil de los títulos académicos expedidos por estos institutos será objeto de Convenio entre el Estado y la correspondiente Iglesia o confesión religiosa o, en su defecto, de reglamentación legal.