Los habitantes del barrio La Paz no saben por dónde caminar en época invernal; el fango, el barro, y el pésimo estado de sus vías de acceso no lo permite. En verano da igual, sus improvisadas callecitas bajan desde la pendiente más alta de una parte de la loma hasta El Bight, la iluminación es deficiente, postes improvisados que llevan la energía eléctrica están enredados en telarañas de cables.
Los habitantes del barrio la paz solicitan de las autoridades que les hagan acompañamiento para la solución de sus necesidades insatisfechas, iniciando por los servicios públicos de saneamiento básico, brigadas de salud y vacunación. La inseguridad ha disminuido un poco, cuentan sus habitantes, pero todavía se hace difícil transitar de noche. Las casas que se levantan mediante autoconstrucción se desarrollan con el esfuerzo personal de cada propietario. La Junta de Acción Comunal trabaja solidariamente con el resto de los habitantes para programar actividades que generen cierto bienestar, pero las cosas no son nada fácil. Se requiere seguir trabajando y aunar esfuerzos para poder ser escuchados y visibilizados por las autoridades de la isla en búsqueda de soluciones que mejoren su entorno.
Algunos pedacitos de pavimento se han aplicado por iniciativa propia, mientras que sus solicitudes para tener unas mejores vías de acceso aún no han sido escuchadas. Los vehículos realizan miles de malabares para poder rodar por una pendiente extrema, que además, se hace intransitable con una hondonada que provoca un arroyo que baja de la montaña.