En las agendas promeseras de los candidatos, San Andrés fue y es lo de menos, ni antes de la primera vuelta, ni ahora en la segunda se conoce que se haya pensado en los beneficios que el Archipiélago debe recibir, no como producto de ‘promeserismo’ electoral, sino como el pago tardío de una deuda social vieja. A las islas no se les tiene en cuenta, eso está confirmado, para ningún candidato representa un botín electoral y por eso los dos candidatos que se enfrentan en la segunda vuelta no han dicho nada de San Andrés, no les ha llamado la atención a pesar de que se sabe de las múltiples necesidades porque ningún gobierno le ha otorgado las herramientas a esta región como para provocar desarrollo.
La distancia y lejanía del centro del país no solo es geográfica, es también política. Solo cuando conviene se habla de esta región. La negligencia e ignorancia de los funcionarios de todos los gobiernos anteriores causaron el negativo fallo de la Corte Internacional de Justicia que dictó una sentencia ciega, sin sentido humanitario y el actual gobierno ante el fracaso diplomático, se dedicó a poner ‘paños de agua tibia’ que no solucionan los problemas de fondo y solo dejó colgada del gancho de la incertidumbre la creencia de que con solo la declaración de inaplicabilidad bastaría para sofocar el apetito de los nicaragüenses que ya vienen por más territorio.
La Constitución permite que San Andrés tenga prácticamente un Constitución propia si se analiza el artículo 310: “El Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, se regirá, además de las normas previstas en la Constitución y las leyes para los otros departamentos, por las normas especiales que en materia administrativa, de inmigración, fiscal, de comercio exterior, de cambios, financiera y de fomento económico establezca el legislador”. Pero solo se ha aprovechado de esa norma lo que se refiere a la creación de la Oficina de Control de Circulación y Residencia, Occre.
La razón tiene que ver, una parte porque el liderazgo de la región no ha sido contundente y otra por la falta de atención del Estado. Ahora con esta contienda electoral, las islas no han contado, la suprema atención que volcó la presidencia de la República el 19 de noviembre del 2012 se acabó y ni siquiera se ha mencionado por los candidatos en sus discursos cargados de promesas sobre los diferentes conceptos que tienen para lograr la paz y muy poco de la salud, vivienda, educación y nada de la región insular.
Es decir que gane quien gane, los líderes deben hacerse sentir desde el 7 de agosto para que no se le olvide al gobierno que hay que poner atención en La Haya, con comisionados isleños para evitar nuevas pérdidas con Nicaragua y para que se le dé a las islas los recursos para el desarrollo que se le debieron dar hace mucho tiempo.