Uniformado deshonró imagen de la institución por ser un abusador de menores. Un buen sector de la comunidad que se enteró de la deshonra para la Policía Nacional que cometió el patrullero Bryan Sánchez Eguis, por acceder sexualmente a una menor de trece años, por lo que fue destituido e inhabilitado, opina que el sátiro debía estar sentenciado y preso por el grave delito, especialmente porque la Policía debe gozar de la confianza de la gente y no de miedo de que se conviertan en un peligro montado en carros de alta gama al servicio de la institución.
El destituido por el fallo sancionatorio de segunda instancia proferido por la Procuraduría Delegada para la Policía Nacional, por el delito de abuso carnal abusivo contra menor de edad, era el conductor del oficial segundo al mando del Departamento de Policía San Andrés y se aprovechó de la confianza de su superior para ejercer presión contra la niña, que debía esperarlo cerca al gimnasio, en donde la obligaba a abordar el vehículo y entonces se dirigía a un lugar apartado y solo y allí, dentro del vehículo oficial, procedía a cometer el delito.
Lo hizo una y otra vez desde diciembre del año pasado abusando de su posición dominante, hasta que testigos notaron con extrañeza la irregularidad, le hicieron seguimiento al caso y confirmaron lo que había sido una sospecha. De ahí en adelante fue cuestión de tiempo porque elevaron la denuncia ante la Procuraduría que inició las indagaciones hasta confirmar que lo expuesto en la denuncia era verdad.
Paso siguiente fue la orden de destitución y de inhabilidad que la Procuraduría emitió en segunda instancia del 7 de julio de 2014, en fallo proferido por la Procuraduría Delegada para la Policía, que confirmó en su integridad el fallo de primera instancia de la Procuraduría Regional de San Andrés, que declaró responsable disciplinariamente al patrullero Sánchez, en condición de la conducta descrita y en consecuencia ratificó la sanción de destitución e inhabilidad general por el término de doce años.