Por: Daniel Newball H.
Espero que con la iniciativa mostrada por el Gobierno Nacional de buscar un tratado fronterizo con Nicaragua, para beneplácito del pueblo raizal y residente de las islas, no acabe siendo una nueva intensión desde el centralismo que querer buscar intereses particulares en perjuicio de las locales.
Las mismas que han avanzado de manera positiva en la integración con una región ancestral donde los nativos raizales tenemos una conexión histórica y cultural y que desde la Colombia Continental nos han querido estigmatizar como enemigos de la patria por buscar formas de mejorar las condiciones de vida de nuestros habitantes.
Está claro que Colombia ya cumplió la tarea de ejercer soberanía sobre la región con él envió de miles de personas que han echado raíces, pese a que siguen enviando sus remesas al continente para cuando que cuando las cosas se pongan difíciles tengan donde huir.
Explorando en varias monografías he podido detectar que la integración es un fenómeno que involucra una multiplicidad de áreas, dimensiones y relaciones, tanto de orden interno como externo, por eso, un esquema de integración no puede ser creado por decreto, sino que debe ser construido por un proceso que involucre todos los segmentos de la sociedad y que cuente con un férreo compromiso político de los gobiernos y de los sectores gobernantes, locales y empresariales; solo así podemos asegurarnos su continuidad e impulso, ya que el proceso responderá a los intereses locales y nacionales, y no solo al juego político de los gobiernos de turno.
Se requiere una «democratización de la integración», es necesario devolverle la integración a la sociedad, sea cual sea la forma que adopte nacional o regional, ya que es la sociedad el verdadero agente y sujeto de la integración y el desarrollo.
Los «triángulos o círculos» de crecimiento del sudeste asiático se vienen conformando en zonas económicas transnacionales que se extienden en áreas bien definidas y geográficamente próximas cubriendo dos o más países donde se explotan las diferencias en cuanto a las posibilidades de cada uno a fin de promover el comercio exterior y las inversiones.
En estos dos ejemplos es importante observar que los territorios se organizan aprovechando su interdependencia, su complementariedad económica, el compromiso y la coordinación política, el desarrollo de infraestructura y la proximidad geográfica; combinando sus potencialidades sobre las viejas líneas fronterizas, las mismas que hoy en día son reconocidas como un plano artificial que se demarca como una línea finita sobre el suelo o el mar, pero que se extiende hacia el subsuelo y el espacio aéreo, y que convencionalmente delimita los territorios de Estados adyacentes, dichos planos son los límites políticos y por lo tanto se debe buscar disminuir cualquier interferencia que pretendan generar en otras dimensiones no políticas como la económica, la social, la cultural, etc..
Sobre los espacios fronterizos empiezan a emerger nuevos entes que reclaman Las iniciativas de Integración Fronteriza tienen como objetivo el logro de predeterminados resultados funcionales, económicos, sociales, políticos y ambientales, de los cuales resultan la disminución de la interferencia administrativa y económica de la frontera y una contribución a la reducción o al desmantelamiento de posibles litigios limítrofes. Se trabaja dentro del ámbito de la funcionalidad tanto de la infraestructura física como de las instituciones públicas responsables del control y regulación de los flujos bidireccionales.
La Comisión de Vecindad es la instancia y el mecanismo de nivel político y representativo constituido para impulsar, apoyar y coordinar los programas, proyectos y actividades que generen acercamiento y comunidad de intereses entre los países fronterizos miembros; prestando especial atención al desarrollo de las regiones fronterizas y a la complementación empresarial y productiva.
Esperamos poder los raizales originales de las islas formar parte de esta comisión, sólo de esta forma podemos garantizar una participación activa en un proceso que podría llevar a reducir el alto costo de vida en nuestra región, una mayor autonomía del centro y generación de empleos sostenibles a largo plazo para nuestra ya vulnerable población.